lunes, 5 de enero de 2015

The Babadook (2014)

Finalmente, tuve la oportunidad de revisar esta película que tenía por tanto tiempo pospuesta en la colección y que me había llamado la atención desde aquel comentario que había emitido el Sr. William Friedkin (El Exorcista), quien hablaba de ella como una de las mejores películas de terror de 2014.

Antes de continuar, seamos claros respecto a la película en sí:

The Babadook o le gusta, o no le gusta. Así de simple. Sin intermedios. Y es entendible que estos “clásicos instantáneos” a veces no son del gusto de los fans más asiduos del terror, que están acostumbrados a diversos intentos por complacer sus cada vez más exigentes gustos. Sin embargo, es interesante poder entregarse sin mayores expectativas a la cinta, y “comprar” la historia que nos vende, sin cuestionar o jugar al detective durante el metraje – ¿Qué va a pasar? ¿No me diga qué…?- lo que finalmente termina minando cualquier experiencia.
Escrita y dirigida por Jennifer Kent, La historia gira en torno a Amelia (Essie Davis) , una mujer viuda, que aún mantiene vivo el recuerdo de su difunto marido, quien fallece trágicamente durante el trayecto al hospital, cuando iba a dar a luz a su hijo Samuel (Noah Wiseman). A partir de ese hecho puntual, la historia de “El Babadook”, toma fuerza y se nutre como un demonio vicioso

Una historia en donde la tragedia y sus consecuencias – El propio nacimiento de Samuel es una tragedia en si- se fusiona con la creciente obsesión del pequeño Samuel por el monstruo de un misterioso libro de cuentos, compone una formula tóxica y abrumadora. La historia jamás se vuelve un relato alegre o pretende darnos muestras de falsa esperanza. Incluso el intento absurdo de Amelia, por continuar con su vida como mujer normal, es constantemente interrumpido por el pequeño Samuel, quien obra como una especie de broma macabra del universo. Amelia ha quedado encadenada al demonio del pasado, al del presente y al del futuro, representado por El Babadook, se hunde en las sombras más tenebres, aquellas en donde ya no hay diferencia de la realidad y el sueño.
Desde Sexto Sentido, que no veía el efecto de la tragedia influenciando el metraje de una cinta, al punto de ser uno de los factores adicionales al complemento sobrenatural de la historia. 

¿Existe el Babadook? ¿Es un alter ego de Amelia?



Hay algo en la cinta que me atrajo más profundamente que el relato de terror que pretende ofrecer: Había una serpiente arrastrándose durante todo el metraje. En un momento, sin darnos cuenta, pasamos también a compartir el odio, y el rencor de la protagonista. O a veces a sumergirnos en las imágenes oníricas que inducían el terror. La tensión de saber que las cosas se podría poner feas en cualquier momento, fueron sin duda, un disfrute de principio a fin, y le daban el toque necesario a la cinta.


“El Babadook”, juega con un código de terror tangible y que se echaba de menos en las cintas de terror en inglés; uno que se transmite fuera de la pantalla y que se puede encontrar terminando el metraje. Algo que se utiliza mucho en el cine Oriental – Sobre todo en películas coreanas- y que lejos de ser un relato con tintes paranormales inexplicables, se convierte en un relato sórdido y tenébre, en donde la vida puede convertirse a veces, en el cuento de terror más espantoso.


A Favor : La ambientación, la tensión. Las actuaciones de la protagonista y el pequeño Samuel.

En contra: Cuesta rendirse a los encantos de la cinta. El desenlace genérico. Poco interés en profundizar en los orígenes del monstruo.



VALORACIÓN HORROR FESTIVAL +90

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