GODZILLA, Aliento a Monstruos, reciclajes y drama atómico
Gareth Edwards, ya había
sorprendido al público con una película simple de monstruos gigantes, espaldas
mojadas, y muros divisores, que se titulaba MONSTERS, y que obtuvo muy buenas críticas.
Debo ser franco, la encontré sobre valorada, y tediosa en algunos momentos,
aunque, rescato el punto de darle cierto carácter a las criaturas y tener un
final abierto bastante interesante.
Lo anterior, le sirvió para ser
considerado en el remake de este clásico del cine japonés de 1954, dirigido originalmente
por Ishiro Honda, y que es un verdadero culto en el país del sol naciente, con
más de 20 películas del "Rey de los monstruos".
Este remake de Godzilla, tenía
bastantes fantasmas a su haber, considerando que luego de un fallido primer
intento en manos de Roland Emmerich, en esa olvidable versión de 1998, en donde
el rey de los monstruos queda relegado a un tiranosaurio que corre por nueva
York, todo traducido como "una madre salvando a sus hijos".
Esta versión se presenta con unos
créditos que recuerdan bastante a esa cinta de 1998 (debo reconocer un escalofrío
en la espalda), para luego acercarse a la apacible vida de Joe Brody (Bryan
Carston), Sandra Brody (Juliette Binoche) y su hijo Ford Brody (Aaron
Taylor-Johnson), en un poblado de Japón que se ve azotado por una tragedia
nuclear sin precedentes, y que evoca en cierto punto a lo que paso en
Fukushima. Lamentablemente, este precedente dramático en la cinta, no alcanza a
tener un desarrollo convincente, y queda como un bucle en donde nada se puede
hacer.
La historia nos sitúa quince años
más tarde, en donde Joe Brody, trata de buscar la verdad sobre el incidente, y
su hijo, trata de reconciliarse con él en una seguidilla de sucesos, que no se
sabe a ciencia cierta dónde van a parar.
Luego de cierto punto, se topan con un entristecido Ken Watanabe, que
encarna al doctor Ichiro Serizawa, el que tiene conocimiento de que algo grande
viene en camino, y que tiene relación con el incidente de la central de hace
años atrás.
Sin embargo, la trama tiene un giro casi sorpresivo, que nos tiene
luego pendientes de la relación de Ford Brody, con su esposa (Sally Hawkins) e
hijo, y "su esperado" reencuentro, durante todo el resto de la película.
Lamentablemente no hubo tiempo para la maduración de ese romance, y nuestro
amigo Ford - que tiene más carácter para películas de la talla de Kick Ass, que
para presentar un papel dramático- termina siendo un personaje aburrido, y con
un heroísmo que no convence.
Edwards falla al introducir una
trama tan simplista en una película de desastre, considerando que el foco del
género, son las relaciones humanas azotadas por catástrofes incontrolables.
Teniendo a su disposición un elenco de primera línea, da la impresión que o
faltó dinero, o algo pasó por ahí. La cinta trata de sortear ese error casi de
inmediato: En un abrir y cerrar de ojos, nos vemos dentro de la clásica e
inservible carrera armamentista que ya hemos visto cientos de veces en el cine y
los estadounidenses queriendo arreglar
todo a punta de disparos y bombas atómicas.
Todo lo anterior (según mi punto
de vista), salvo los primeros 20 minutos del metraje, son completamente descartables
y no aportan en absoluto a la cinta, por más que lo intenten. Uno fue a ver
Godzilla, y si le van a vender un producto, que no le intenten meter otro de
mala calidad.
Yendo al punto principal, La aparición
del Rey de los monstruos es colosal, y bastante imponente. Debo dejar en claro
que el diseño está muy bien apegado al Godzilla de la Era Millenium japonesa, y
aunque por lo poco que se pudo apreciar en la película - Si, aparece muy poco -
el trabajo digital estaba muy pero muy
bien logrado.
Los monstruos Muto - Antagonistas
de esta película-, que son una copia bastante descarada del monstruo de
Cloverfield, - y lamentablemente ahí Edwards,
inconscientemente se rindió su propio homenaje a "Monsters", en
cierto punto de la película, olvidándose que estaba rodando Godzilla - estaban más
preocupados de encontrarse que de enfrentarse a Godzilla o destruir a la
humanidad, considerando que el arco principal de cualquier película de
Godzilla, es ese precisamente, Godzilla aniquilando a quien se ponga en su
paso, no ser un salvador de la raza humana.
De hecho en esta cinta, Godzilla,
aparece como un dinosaurio amigable (Casi me recordó al de Hanna-Barbera), y
abandona por completo el espíritu japonés de antihéroe y dios castigador de la
humanidad. Si bien las escenas de pelea son interesantes, no llegan a ser
intensas o emocionantes, y más bien se ven entorpecidas por el "omitible"
factor humano de la cinta o la rapidez con la que pasan.
En resumen, debemos aclarar que
la cinta, rescata la esencia del personaje, pero es algo completamente
diferente a lo que los amantes del Godzilla japonés esperan. Felizmente es
insuperablemente superior a la cinta de 1998, y divierte bastante, pero, debe
madurar varios aspectos y definitivamente, sacar a Dave Callaham, de escritor
de la historia, Doom no es una buena película, ni The Expendables, tampoco.
Edwards tiene bastante potencial, pero, necesita gente con ideas, y a esta película,
le faltaron ideas.
VALORACIÓN HORROR FESTIVAL 70 / 100
No hay comentarios:
Publicar un comentario